Los jefes quieren resultados. Y cuando tienen claros los objetivos, quieren llevar a su equipo hacia ellos. La tentación de “marcar el paso” es alta: quieren asegurar el resultado.
Un día habíamos trabajado hasta las 4 am, estábamos en un proyecto fundacional dentro de una empresa, todos muy comprometidos y orgullosos del objetivo y los logros que veníamos teniendo. El gerente marcaba el paso, y todos lo aceptábamos, porque veíamos que nos conducía por un camino exitoso. Minutos después de las 7 am, sonó mi teléfono, era la secretaria de mi gerente, avisándome que estaba atrasado para la reunión de las 7 am y que mi gerente me quería ahí en 20 minutos. Llegué en el tiempo solicitado, pero no hubo oportunidad para explicar la demora, ni en ese momento ni después. Es posible que yo no hubiera dejado dicho que no iba a llegar a tiempo a la reunión. Pero así, como lo hizo mi gerente, se comporta un líder marcador del paso. Veámoslo más conceptualmente.
Marcar el paso
El jefe marcador del paso:
- Se mueve por objetivos y resultados, quiere-precisa-se desvela por lograrlos.
- Le va marcando el paso al equipo: dónde hay que llegar, dónde están, qué falta para llegar.
- Presiona. Pide disciplina hacia el logro de los objetivos.
- Focaliza en la productividad, la calidad, los estándares: hay que evitar reprocesos y hacer las cosas bien desde la primera vez, no hay tiempo que perder.
- Está tan motivado en el logro de esos objetivos, que cree que todos en su equipo también lo están, y eso lo lleva a focalizar menos en el lado humano.
- No es un típico jefe autoritario o coercitivo: éstos exigen cumplir órdenes; el jefe marcador del paso exige lograr resultados.
Es un estilo de liderazgo apropiado para situaciones con ciertas exigencias:
- Liderar un proyecto con fechas establecidas y poco flexibles.
- Liderar un equipo para llegar al cumplimiento de un vencimiento.
- Liderar un área de trabajo que requiere de muy alta productividad.
- Liderar el inicio de un emprendimiento o un proyecto fundacional, en el que todo está en fase de creación y hay que ir cumpliendo objetivos rápidamente.
Tener el paso marcado
Hay situaciones en las que los colaboradores valoran este estilo:
- Están aprendiendo el trabajo o su profesión, y necesitan de esa disciplina y guía.
- Están comprometidos también con el logro de los objetivos buscados, y valoran que el jefe vaya marcando el paso, para asegurarse ese logro; ven que los lleva al éxito.
Y hay situaciones en las que no lo valoran (al contrario):
- Quienes consideran que su experiencia y profesionalismo no requieren que le marquen el paso.
- Quienes comienzan a cansarse de que le estén marcando el paso, de manera constante, sin respiros.
- Quienes tienen necesidades personales, que resultan incompatibles con el nivel de exigencia, y el jefe se demuestra inflexible.
Riesgos de marcar el paso
El jefe marcador del paso debería cuidar algunos comportamientos y actitudes (que le ayudarán a no excederse y generar impactos negativos y, además, a mantener el compromiso y la moral del equipo):
- No convertirse en un ‘micromanager’, alguien que controla todo, que está pendiente de todo lo que hacen los integrantes de su equipo.
- No dejar de comunicar claramente su visión, el hacia donde está llevando al equipo, y los por qués de lo que les pide, ya que ayudará a su equipo a comprender, comprometerse con esos objetivos y aceptar la marcación del paso en ese camino al éxito.
- Mantener cierto nivel de empatía, no olvidarse que los integrantes del equipo son personas, con necesidades, y pueden haber situaciones que requieran flexibilidad, aunque perjudiquen de alguna manera la velocidad con la que se logren los objetivos.
- Diferenciar a los mas profesionales en el equipo, y no aplicar con ellos la marcación del paso como con los demás. Establecer una comunicación clara con ellos, sobre las expectativas y la confianza que les tiene para lograr los objetivos.
- Mantener el autocontrol y no perder la paciencia si algún resultado no sale según lo planeado.
- No dejar de celebrar las victorias parciales del equipo, generando aliento para continuar.
- No dejar de reconocer a los integrantes del equipo el hecho de que acepten esa marcación del paso.
Uso equilibrado
Marcar el paso puede ser entonces un estilo de liderazgo que produzca resultados, aunque debe ser utilizado en situaciones que lo ameriten, y con ciertos cuidados.
Daniel Goleman (investigador y autor reconocido como padre de la inteligencia emocional), identifica el marcar el paso como uno de los seis estilos de liderazgo posibles (Primal leadership, 2001, junto a Boyatzis y McKee), y recomienda usarlo de manera limitada y mezclarlo con otros estilos.
Recuerdo la experiencia de haber trabajado durante mas de un año con otro “líder” que nos marcaba el paso; pasó hace 20 años, y todavía resuena en mis oídos cuando me llamó por teléfono, yo estaba en otra ciudad, y me dijo “Pibe, no tengo todo el tiempo para esperarte” (es cierto, yo estaba atrasado en el envío de algo). Sin embargo, sabía que estaba en medio de un proyecto transformacional, del cual él mismo había provisto la visión; también percibía que estaba aprendiendo a pasos agigantados y que él se preocupaba por que así fuera. Y siempre se creaba el espacio para escucharnos y pedirnos mas ideas. A pesar de que él marcaba el paso, yo estaba dispuesto a dar sangre, sudor y lágrimas por él. Ese “líder” usaba varios estilos: marcaba el paso, pero también era visionario, participativo, y un líder entrenador. La marcación del paso quedaba compensada.
Estoy seguro que no queremos que, como jefes, alguien tenga recuerdos negativos de nosotros. Lo mas probable es que queramos ser recordados como “líderes”. ¡A planear bien nuestras acciones, entonces, cuando decidamos marcar el paso!
Hernán R. Rocha
Consultor organizacional, facilitador, entrenador, coach.
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